TRAUMATISMOS Y FRACTURAS VERTEBRALES
Son Fracturas ocasionadas por un trauma: un accidente de tráfico, una caída desde mucha altura, un golpe fuerte…
Aparte del dolor intrínseco de la fractura, puede originar otras patologías asociadas: por ejemplo, si un trozo de la vértebra se mete en el canal; si la fractura es Inestable y genera una desestabilización de la columna, si se aplasta y produce una estenosis foraminal…
Debido a acciones bruscas, golpes, caídas, accidentes de tráfico… pueden ocasionarse daños de diferente índole a la Columna Vertebral, tanto a las partes blandas (“latigazo cervical”, distensión de ligamentos…), como a las partes duras (fracturas vertebrales).
Hay muchas clases de fracturas: según su tipo (si la vértebra “estalla”, si se rompe una esquirla, si se colapsa…), según la parte afectada (parte anterior, media o arco posterior), según la evolución prevista (estable o inestable), según afecte a otras estructuras…
Dependiendo del tipo de fractura, requerirá un Tratamiento u otro.
Mencion especial merecen las FRACTURAS OSTEOPOROTICAS, Son fracturas encontradas habitualmente en personas mayores de 60 años. Se producen la mayoría de las veces de manera espontánea o tras pequeños esfuerzos o caídas. La causa es la pérdida de resistencia del hueso. Su tratamiento incluye estudio de la calidad ósea y el seguimiento del dolor y la posible deformidad.
Solemos hacer una vigilancia de cerca con consultas periódicas y radiografías que nos muestren la evolución de la fractura. Si en los primeros meses observamos un retroceso en la curación de la fractura podemos plantear un tratamiento suplementario con cemento.
De ser así, ingresan al paciente uno o dos días y bajo control de scanner y con ayuda de sedación, inyectan cemento en la vértebra rota con un doble fin: mejorar el dolor y evitar el aplastamiento progresivo. No es habitual llevar corsé tras esta intervención, aunque sí tomar calmantes durante una temporada.
